El papel de aluminio es reciclable, siempre que lo echemos en el contenedor amarillo, pero el reciclado es caro (hay que fundirlo y para eso hay que emplear electricidad que a su vez se obtiene en muchos casos quemando combustibles fósiles) y como una parte acaba tirándose y no se recicla, continuamente hay que seguir extrayendo la materia prima (un mineral llamado bauxita) con todos los impactos ambientales que genera la minería. Esta mineral es un recurso no renovable y por tanto algún día se agotará.
Proponemos cambiar el envoltorio de alumnio del bocadillo por una bolsa de papel. Las ventajas son varias: el papel también es reciclable (estas bolsas se echan en el contenedor azul) y su materia prima, la madera, es un recurso renovable porque conforme se cortan los árboles con los que se hace el papel se repueblan los terrenos talados y así al cabo del tiempo los nuevos árboles servirán para seguir haciendo papel. El proceso de fabricar papel reciclado es mucho más barato que el de reciclar aluminio.
El instituto ha comprado bolsas suficientes como para hacer una prueba de aquí a fin de curso. Deseamos como actividad de la ecoescuela que de forma voluntaria quien quiera hacer el cambio pida las bolsas (30 por un euro). No supone apenas esfuerzo y así colaboramos contaminando menos.
Pequeños actos si los hacemos muchas personas pueden realmente beneficiar al medio ambiente y no olvidemos que nosotros también somos parte del medio ambiente.
Lotes de bolsas preparados en el laboratorio de Biología: solo hay que pedirlas y pagar un euro. |