Cuando hablamos de ecoescuela no debemos pensar solo en reciclar nuestros residuos o en ahorrar energía. Cuidar nuestro entorno más cercano también es hacer ecoescuela.
Por alguna razón, una o unas pocas personas, compañeros del propio instituto, están muy enfadadas con el mundo y lo demuestran haciendo daño a las instalaciones. Casi todos los interruptores de los pasillos y enchufes de algunas aulas han sido destrozados. También la han tomado con alguna puerta. Y con los contenedores de residuos...
Cuando se llevan a cabo estas acciones, sus protagonistas suelen hacerlo delante de compañeros y compañeras o bien se jactan delante de ellos de lo que han hecho. Cuidar nuestro medio ambiente es convencerlos de que esa no es la forma de protestar por estar descontentos y otra forma de evitar estas conductas es no hacer el mínimo caso: si no se ríe la gracia, suele ser poco interesante romper cosas.
Pomo arrancado |
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