Este curso nos hemos propuesto erradicar el aluninio de los bocadilllos. Sabemos que es un metal que se recicla, pero este reciclaje es caro y estamos hablando de un recurso no reonovable (no todo el aluminio se recicla).
Para empezar a cambiar, hemos optado en el instituto por el empleo de bolsas de papel. El papel puede reciclarse (si lo echamos en el contenedor adecuado) y procede de árboles que, en principio, son un recurso renovable.
Pero todavía podemos hacerlo mejor si empleamos otros métodos para envolver los bocadillos, de modo que no haya que reciclar porque el envoltorio es reutilizable.
En la asignatura de Tecnología de 3º ESO, el profesor Alonso Gómez ha propuesto como proyecto de trabajo la fabricación de portabocatas reutilizables.
El alumnado ha tenido que elaborar el informe del proyecto por escrito y luego se ha puesto manos a la obra para realizarlo.
Para terminar satisfactoriamente la actividad solo queda un último paso: envolver el bocadillo cada mañana.
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